Tiempo de lectura: 3 minutos ⌚
Emprender nunca ha sido una tarea fácil. A pesar del aumento en la facilidad para crear nuevos negocios en todo el mundo, el temor al fracaso sigue siendo uno de los principales obstáculos para los emprendedores.
Según el informe 2024 del Global Entrepreneurship Monitor (GEM), más de 530 millones de personas en el mundo se encuentran involucradas en diferentes etapas del proceso emprendedor. Sin embargo, muchas de ellas no avanzan por miedo al error o por la percepción de un entorno incierto.
Aunque cada vez más países reportan que es más fácil iniciar un negocio —35 de las 51 economías participantes en GEM 2024 lo afirmaron, frente a 29 en 2019— la tasa de creación de empresas sigue siendo desigual.
De acuerdo con el Banco Mundial, en 2022 las economías de ingreso alto tenían en promedio 7,3 nuevas empresas por cada 1000 adultos, mientras que en los países de ingreso bajo apenas se registraban 0,4.
Y es que fallar no es una excepción, sino parte del proceso. De hecho, el 70% de las startups fracasan, según un reporte de Statista. Muchas veces, como veíamos en un anterior blog, esto sucede por falta de mercado, problemas de flujo de caja o errores en el modelo de negocio.
Lo cierto es que fracasar en un emprendimiento no es sinónimo de derrota definitiva. De hecho, algunas de las marcas más icónicas surgieron después de errores, rechazos y caídas. Por esto, hoy quisimos traer cinco historias que demuestran que el fracaso no solo es parte del camino, sino a veces, el punto de partida.
¿Cómo pasaron del fracaso al éxito?
Aquí te compartimos cinco casos emblemáticos de fracasos que se convirtieron en referentes globales, tomados del artículo del blog El emprendedor.
- Henry Ford → fracasó dos veces antes de revolucionar la industria automotriz:
Antes de fundar Ford Motor Company, Henry Ford experimentó dos intentos fallidos con otras compañías automotrices. La Detroit Automobile Company, su primer emprendimiento, cerró por no cumplir con las expectativas de producción. Luego, la Henry Ford Company también se vino abajo tras conflictos con inversores. Aun así, en 1903 fundó Ford Motor Company, con la cual transformó para siempre la industria a través de la producción en cadena.
Hoy, Ford es sinónimo de innovación industrial, con presencia en más de 100 países. Su perseverancia demostró que un tropiezo no es el final del camino.
- Walt Disney → despedido por “falta de creatividad”:
Walt Disney fue despedido de un periódico en Kansas City porque, según su editor, “le faltaba imaginación y no tenía buenas ideas”. Además, su primer estudio de animación, Laugh-O-Gram, quebró por problemas financieros.
Sin embargo, su visión lo llevó a crear Disney Brothers Studio, que más tarde se convirtió en The Walt Disney Company. Enfrentó múltiples rechazos, fracasos comerciales y desafíos legales, pero creó un imperio del entretenimiento que hoy vale más de 200 mil millones de dólares.
- Mary Kay Ash → ignorada en el mundo corporativo, construyó su propio imperio:
Tras ser rechazada para un ascenso en la empresa donde trabajó durante más de una década, Mary Kay Ash decidió crear su propia compañía. Con apenas 5 mil dólares y la ayuda de su hijo, fundó Mary Kay Inc. en 1963.
Lo que comenzó como una pequeña empresa de cosméticos se convirtió en una multinacional con presencia en más de 35 países y millones de consultoras independientes. Su historia inspiró a generaciones de mujeres a emprender en sus propios términos.
- Steve Jobs → despedido de su propia empresa, volvió a cambiar el juego:
En 1985, Steve Jobs fue forzado a salir de Apple, la empresa que él mismo había fundado. Pero en lugar de quedarse quieto, fundó NeXT y adquirió Pixar, transformándola en un líder en animación.
En 1997, Apple lo llamó de vuelta. Su regreso marcó una nueva era para la compañía: nacieron el iPod, el iPhone y el iPad. Su visión, pulida por los errores del pasado, hizo que Apple se convirtiera en la empresa más valiosa del mundo durante años.
- Oprah Winfrey → de ser despedida a convertirse en ícono global:
Oprah fue despedida de su trabajo como presentadora de noticias en Baltimore por ser “demasiado emocional”. En lugar de renunciar a sus sueños, creó su propio espacio: The Oprah Winfrey Show, que se convirtió en el programa de entrevistas más visto de la televisión estadounidense.
Más allá del éxito en medios, construyó un imperio empresarial con inversiones en producción audiovisual, editoriales y filantropía. Hoy es una de las mujeres más influyentes del mundo.
Como vimos, el camino empresarial rara vez es lineal. Lo importante no es evitar el fracaso a toda costa, sino aprender, ajustar y persistir con más claridad y estrategia.
En un mundo cada vez más abierto al emprendimiento, quienes logren ver cada caída como una fase de aprendizaje tendrán mayores probabilidades de construir negocios sostenibles. Emprender no es solo crear, también es resistir, corregir y volver a intentarlo con más enfoque.
Pero, como demuestran estos cinco casos, un mal comienzo no define el futuro de una idea.
Si te gustó este contenido, también puede interesarte 5 mitos que persiguen a los emprendedores (tú no te dejes alcanzar)
Escrito por: Catalina Bonnet