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Si estás trabajando en una empresa o iniciando tu emprendimiento, existe un factor importante que debe estar siempre presente y es la productividad, una palabra que de cierta manera está “de moda”, porque todos estamos conscientes de que la necesitamos, pero pocos sabemos cómo realmente ponerla en práctica.
La productividad, según lo define HubSpot, es “la relación que existe entre el producto del trabajo y los medios con los que cuentas para realizarlo. Suele medirse en unidades de tiempo y expresa la correspondencia entre el trabajo (horas de trabajo) y el producto finalizado”. Interesante definición, ¿no es así?
Y es que trabajar por largas horas, que toman todo el día, hasta llegar a altas horas de la noche, no hacen parte de mejorar la productividad, al contrario, esto no solo afecta tu salud mental, sino que hace que las labores se conviertan en un lugar incómodo, por más amor y pasión que se posea.
Pero no todo es color negro. ¡Hay una luz al final del túnel!
Y esto, porque existen técnicas que permitirán no solo una mejora considerable en el aspecto que traemos a colación hoy, sino que se podrá disfrutar de todo el proceso, mientras se desarrolla el proceso de adaptación.
¡Vamos a ver cada una de ellas!
Técnica Pomodoro
Es muy reconocida y fue empleada por Francesco Cirilli. La misma es recomendable para mejorar la concentración y los resultados. Para emplearla necesitas de tres cosas: la primera, un temporizador, la segunda, compromiso, y la tercera una lista de las actividades que vas a realizar en el día.
Lo que debes hacer es programar en el temporizador 25 minutos, los cuales se deben utilizar para una tarea en concreto. Procura no distraerte durante este tiempo ni alargarlo, omitiendo cualquier pausa, debido a que esto puede generar cansancio y distracción. ¡Y enfócate en una sola cosa a la vez! Pasado este tiempo realiza un descanso corto de 5 minutos. ¡A que podrás ver una gran diferencia!
Time blocking
A diferencia del anterior, esta estrategia se enfoca en las tareas que tengas anotadas, dedicándole más tiempo a las mismas, con periodos de 30 minutos y 1 hora, pero no más de tres horas. Lo importante es que en este tiempo no tengas interrupción y para ello, es necesario que realices bloques donde las tareas sean similares, además de tenerlas anotadas, para evitar retrasos u olvidos de información.
La caja de Eisenhower
En ocasiones, los pendientes llegan al mismo tiempo, desordenando por completo toda la agenda programada, y es en este momento donde es necesario tomar decisiones, sin darle tanto rodeo a una sola cosa. Para ello, esta técnica identifica qué es urgente y qué es importante. Según su creador, el expresidente de los Estados Unidos Dweight Eisenhower: “lo urgente normalmente no es importante. Lo importante casi nunca es urgente”.
Para identificar qué debe ocupar el primer lugar de tus acciones en la lista, pon mucha atención a la presente gráfica:
Método de Ivy Lee
Por último, llega esta técnica que resulta sencilla de realizar. En realidad, es muy fácil. A puertas de terminar tu horario laboral, saca tu agenda física o digital y anota solo 6 actividades que debes sí o sí hacer para el próximo día. Llegado este, empieza en orden con las tareas que anotaste, sin perder la concentración en una sola hasta que la termines, ¡y listo!
Como te das cuenta, estas recomendaciones son muy sencillas de implementar. Claro está, una vez comiences, debes ser muy consistente, para que cada pequeña acción se convierta en un hábito. ¡Tú puedes lograrlo!
Esperamos que esta información haya sido de mucha utilidad para ti. Te agradecemos mucho por haber estado acá.
Recuerda que en GuruSoft estamos siempre atento a tu bienestar. ¡Hasta la próxima nota!
Escrito por Natalia Gutiérrez V.