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Las emociones que experimentamos a diario son claras respuestas a las situaciones que nos rodean y cada una de ellas es necesaria e importante para lograr relacionarnos con el exterior y con nosotros mismos, también.
De allí, que reconocer qué sentimos y cómo manejamos esas respuestas sea parte de la inteligencia emocional.
Una de las emociones que más anhelamos es la alegría, sin duda alguna, porque es un estado que nos da calma, tranquilidad y, en general, nos permite sentirnos bien.
La alegría:
- Disminuye el estrés.
- Mejora la autoestima.
- Nos brinda más empatía.
- Fortalece el sistema inmune.
Sobre su definición, se cataloga como un “sentimiento grato y vivo que suele manifestarse con signos exteriores”, de acuerdo con la Real Academia Española.
Aunque es cierto que no se puede estar todo el tiempo con una sonrisa en el rostro, sí existen hábitos que aportan a que la alegría está más presente en nuestro día a día.
Veamos cuáles son.
Sé positivo
No se trata de ignorar lo que pasa en nuestro entorno, sino por el contrario, va de afrontar los momentos y permitirnos aceptar las cosas, pero de forma más positiva, empezando con los pensamientos y las decisiones que tomemos sobre ellos.
Observemos algunos ejemplos prácticos.
Alguien te llama y lo primero que piensas es: “¿por qué me llamó? ¿paso algo?” Y cuando contestas es solo para recordarte algo o felicitarte.
También puede suceder en una presentación. ¡Imagínate que durante la exposición se te olvida una palabra! Allí existen dos alternativas: entristecerse y bloquearse por completo o respirar un poco y seguir.
¿Cuál elegirías tú?
Otro tip importante dentro de este hábito es que recuerdes que rodearte de personas optimistas te dará un impulso adicional para no rendirte.
¡Elige bien!
Vive y disfruta el presente
No centres tus pensamientos en lo que pasó. Aprende del pasado, pero no te quedes allí. Disfruta del ahora, de la comida, del café de la mañana, de los rayos de sol, del compartir con tu familia o tus mascotas.
Todo aquello te dará una vista completamente diferente de la vida y de las cosas que verdaderamente importan.
Realiza actividad física
Para estar alegre tu cuerpo debe estar sano, de allí que el ejercicio es una de las mejores opciones para conectarte contigo mismo, además te libera de endorfinas, incluso cuando ríes.
Esto disminuye el dolor y te permite experimentar un estado de bienestar.
(Conoce aquí en qué países se practica más el running)
Sé siempre agradecido, sin medidas
No solo nos referimos a agradecer a las personas con las que nos rodeamos cada día y que nos ayudan en nuestros desafíos, sino también hacerlo con uno mismo.
Cuando nos equivocamos, solemos recriminarnos a nosotros mismos por el hecho de hacer hecho una “tontería”, cuando también debemos reconocer cada paso que hemos dado hacia adelante.
Valora cada progreso, ¡siempre!
¡Sonríe!
Que no te dé miedo de reír. No te limites a hacerlo, pues no cuesta nada, pero ganas mucho.
Comparte con tus amigos, familiares, incluso contigo mismo. Acuérdate de los buenos momentos y bota al tacho de la basura aquellos que te hicieron mal en algún momento.
Hoy, 20 de junio, en algunos países se celebra el “Yellow Day”, un evento creado por el psicólogo Cliff Arnall, que nos motiva a llenarnos de optimismo y disfrutar más de las cosas buenas de la vida.
Esperamos que hayas disfrutado mucho de este artículo, tanto como nosotros.
¡Nos vemos en la siguiente nota!
Escrito por Natalia Gutiérrez V.
