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Cuando tenemos un negocio solemos dar por sentado que el cliente siempre volverá y de que estará a gusto con nosotros, a pesar de que a veces no se le pueda atender rápido o que simplemente nuestros productos o servicios puedan presentar fallas, ¿no?
La realidad es que no, no siempre estarán allí, porque, así como nosotros como marcas tenemos necesidades, también ellos las tienen y siempre requerirán una atención amena, un trato cordial y un servicio de calidad.
En esta oportunidad te damos algunos consejos que te ayudarán a tener una comunicación mucho más fluida con tus clientes, para que su nivel de satisfacción y felicidad pueda estar por las nubes.
Comunicación asertiva
Antes de vender pregúntate cuál es la necesidad del cliente y cómo puedes ayudarlo. Al analizar las respuestas, podrás evaluar cómo tus servicios se ajustan a lo que el cliente requiere, pero, sobre todo, aprende a escuchar y entender a la otra persona, para poder ofrecer una solución más directa.
Identifica cuáles son los beneficios de tu empresa
Que cada producto o servicio que tengas esté diseñado para suplir problemas, mitigar riesgos y apoyar en la gestión de tu cliente. Si le proporcionas beneficios de buena calidad, con toda seguridad mejorarás los niveles de fidelización.
Material de apoyo
Imagina una reunión con un cliente en la que simplemente hablas y hablas. Se vuelve monótono, ¿verdad? Allí corres el riesgo de perder su atención y sobre todo el interés, por lo tanto, utiliza material que te respalde en tu presentación o incluso ejemplos prácticos que generen conexión con tu interlocutor.
Cuida la comunicación escrita
No solo es lo que dices, sino cómo lo escribes. Si envías un correo electrónico a tus clientes evita utilizar abreviaturas, mensajes largos, muy técnicos o demasiado informales. Puede ser que conozcas lo que significa, pero no tus clientes.
Si tu negocio emplea una comunicación coloquial y cercana, el receptor entenderá al 100% el mensaje y evitarás reprocesos.
Conoce tu producto a la perfección
En ocasiones, las preguntas no son las mejores amigas de las ventas, especialmente si no sabes lo que ofreces. No permitas que esto te suceda. Investiga, mantente informado y conoce cada detalle de la empresa. Esto te dará seguridad y transmitirá confianza a tus clientes.
Realiza seguimiento
No llenes a tus clientes de spam, llamadas todos los días y mucho menos de cadenas de correos que terminen por enloquecerlo, sino que, por el contrario, establece objetivos de comunicación y un seguimiento respetuoso. Designa unos días tus llamadas, para que sienta un acompañamiento, no una presión.
Busca retroalimentación
Evalúa a través de encuestas de satisfacción o comentarios en tus redes sociales, la percepción de tus clientes. Nada mejor que escucharlos para saber cómo mejorar y qué ajustes realizar sobre la marcha.
Bonus
No te limites, utiliza planificadores digitales, busca herramientas digitales de Facturación Electrónica como eDocPyme, plataformas de diseño como Canva, entre otros; todo con el fin de ofrecer una mejor experiencia de compra y presencia de marca.
Si eres bueno, debes no solo decirlo sino mostrarlo a tus clientes. Ellos te lo agradecerán mucho.
¡Ah! Recuerda también no tener miedo al “no”. Todo forma parte del crecimiento. Confía en tus habilidades y di “sí” a ti mismo. Mira las cosas desde una perspectiva positiva.
¡Hasta el próximo artículo!
Escrito por Natalia Gutiérrez V.
