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La industria de pagos electrónicos atraviesa un momento decisivo. Durante años, la transición hacia lo digital, como: tarjetas, billeteras electrónicas, pagos móviles, fue gradual incorporándose como un medio de pago opcional, pero que no llegaba a reemplazar el dinero en efectivo.
Sin embargo, hoy presenciamos una aceleración significativa, impulsada por avances tecnológicos, nuevas regulaciones y cambios en los hábitos de consumo.
Según un informe de Boston Consulting Group “El futuro es (todo menos) estable”, el sector ya no vive una evolución constante, sino una transformación estructural profunda. En paralelo, regiones como Latinoamérica se consolidan como focos dinámicos de innovación, gracias a la rápida digitalización y a características particulares del mercado que favorecen la adopción de nuevas modalidades de pago.
Aquí analizaremos cómo se mueve la industria global de pagos electrónicos: la aceleración de su crecimiento y qué la impulsa, junto con el papel clave que está jugando Latinoamérica y los retos que enfrenta en la región.
Los nuevos motores de crecimiento
Las herramientas emergentes, como las billeteras digitales, están transformando la manera en que tanto las empresas como los consumidores gestionan su dinero. Estos nuevos motores de crecimiento están redefiniendo el ecosistema financiero y acelerando la adopción de pagos electrónicos en todo el mundo. Entre los principales impulsores destacan:
- Pagos de cuenta a cuenta en tiempo real (A2A): Este tipo de transacciones digitales está ganando popularidad en diversos mercados, especialmente entre las generaciones más jóvenes que buscan alternativas al efectivo. También son adoptadas por empresas que desean evitar los costos asociados a los pagos con tarjeta. En algunos países, los pagos A2A ya representan más del 50% de las transacciones digitales minoristas.
- Monedas digitales y stablecoins: Aunque las stablecoins tienen un valor de mercado cercano a los US $270.000 millones, su uso en pagos reales aún es limitado, representando solo alrededor del 1% del volumen total, según el informe de Boston Consulting Group. Estas plataformas, junto con tecnologías como la inteligencia artificial, las fintech y las soluciones integradas, están impulsando el crecimiento y la evolución del ecosistema de pagos digitales.
¿Por qué Latinoamérica es el epicentro del crecimiento?
En Latinoamérica está emergiendo un ecosistema único de pagos virtuales, donde cada vez más personas están dejando atrás el uso del efectivo. Esta transformación está siendo liderada por plataformas A2A (account-to-account), que ganan terreno rápidamente gracias a su accesibilidad, eficiencia y capacidad de adaptación a las necesidades locales.
Según datos de Revista Summa, se proyecta que los ingresos por pagos virtuales crecerán a una tasa anual del 7,9% entre 2024 y 2029, casi el doble del promedio mundial, que se sitúa en un 4%. Aunque las tarjetas de crédito continúan siendo una fuente principal de ingresos por transacciones en la región, se observa una acelerada adopción de pagos digitales y sistemas A2A, como el caso del PIX en Brasil.
Hablar del crecimiento de los pagos digitales implica necesariamente hablar de la digitalización. El acceso masivo a smartphones ha sido un catalizador clave, permitiendo realizar pagos de forma rápida y segura, y reemplazando al efectivo en muchas transacciones cotidianas.
En otras palabras, Latinoamérica no solo está participando en el cambio global, sino que podría estar en una posición privilegiada para liderarlo. Este escenario plantea importantes implicaciones para empresas de pagos, fintechs, bancos tradicionales y reguladores de la región.
¿Qué les espera a los pagos electrónicos?
En un mundo en constante evolución, innovar ya no es una opción, sino una necesidad. La creciente demanda de pagos virtuales ha elevado las expectativas de los usuarios: ya no basta con ser rápidos, ahora se espera que estas plataformas ofrezcan funciones avanzadas, opciones de pago diversificadas y una experiencia cada vez más completa (sabemos que siempre estás esperando más de tu billetera móvil).
Algunos de los avances que se esperan para el futuro incluyen:
- Adopción estratégica de nuevas tecnologías: Las plataformas podrían integrar inteligencia artificial para mejorar la experiencia del usuario o incluso desarrollar su propia moneda digital, ofreciendo una alternativa más dentro del ecosistema de pagos.
- Enfoque en la seguridad: Al manejar la economía de millones de usuarios, es fundamental contar con políticas de seguridad robustas. Esto implica no solo cumplir con las regulaciones locales, sino también implementar sistemas capaces de resistir ciberataques y proteger los datos sensibles.
- Interfaz moderna y funcional: La interfaz es clave en la elección de una plataforma. Por eso, es esencial que estas evolucionen con diseños intuitivos, coherentes y que integren todas las funciones de forma orgánica, facilitando la navegación y el uso diario.
La industria de pagos electrónicos está entrando en una nueva fase. Ya no se trata únicamente de migrar del efectivo a lo digital, sino de reinventar por completo el flujo de dinero, apoyándose en tecnología y nuevos modelos operativos.
En definitiva, el futuro de los pagos es digital. Y quienes lideren esta evolución serán los que logren combinar innovación, seguridad y experiencia de usuario en un entorno cada vez más competitivo.
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Escrito por: Anna Jordan



