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En los últimos años, la nube digital se ha convertido en mucho más que un simple espacio para guardar archivos. Hoy, es el corazón de la transformación digital y el motor que impulsa la innovación en empresas de todos los tamaños.
Los datos pueden consultarse desde cualquier lugar y dispositivo, en tiempo real, con total seguridad y flexibilidad.
Detrás de todo esto están los gigantes tecnológicos como Amazon Web Service, Microsoft Azure y Google Cloud, que dominan el mercado con el 25%, 22% y 20% de participación respectivamente, según el reporte del medio digital Revista Cloud.
Otro estudio publicado por NTT DATA y MIT Technology Review, titulado “Cloud en América Latina 2023”, reveló que el 80% de las empresas de la región están en una fase avanzada de adopción, lo que demuestra que la nube se consolida como un pilar estratégico para las empresas.
Beneficios clave del almacenamiento en la nube
El impacto de la nube en los negocios va mucho más allá del simple “guardar archivos”. Sus beneficios se perciben en cada parte del ecosistema empresarial:
- Ahorro real de espacio y costos: la nube libera espacio físico y reduce gastos de mantenimiento, energía y hardware. Las empresas pagan solo por lo que usan, optimizando presupuestos y escalando fácilmente según su crecimiento.
- Accesibilidad total: desde cualquier laptop, tablet o smartphone, los equipos pueden acceder a información o programas. Esto fomenta el trabajo remoto, la colaboración en tiempo real y una mayor productividad.
-  Seguridad avanzada: aunque pueda parecer lo contrario, los entornos en la nube suelen ser más seguros que los servidores locales. Los proveedores implementan copias de seguridad automáticas, cifrado de datos y monitoreo constante para prevenir amenazas.
Pero no todas las nubes son iguales, dependiendo de las necesidades, las empresas pueden elegir entre:
Nube pública: administrada por proveedores externos y accesible para múltiples usuarios. Es económica, flexible y perfecta para startups.
Nube privada: exclusiva de una organización. Ofrece mayor control y seguridad, ideal para sectores financieros o gubernamentales.
Nube híbrida: la favorita actual. Combina lo mejor de ambos mundos, permitiendo mover datos entre entornos públicos y privados según convenga.
De hecho, el 27% de las empresas apuesta, por la nube privada, el 19% por la pública, y un17% por la híbrida, que gana protagonismo gracias a su capacidad para integrar cargas de trabajo distribuidas, como lo señala en su artículo la Revista Cloud.
Modelos de servicio en la nube: IaaS, PaaS y SaaS
Además de los tipos de nube, existen distintos modelos de servicio que, como lo explica IBM, definen cómo las empresas acceden y gestionan los recursos digitales. Estos modelos no son excluyentes, muchas organizaciones combinan varios para cubrir diferentes necesidades.
IaaS (Infraestructura como Servicio) → es una forma de computación en la nube que ofrece acceso bajo demanda a recursos informáticos, de almacenamiento y de red alojados en la nube, es decir, la infraestructura interna necesaria (o backend) para ejecutar aplicaciones y cargas de trabajo.
Permite escalar recursos según la demanda y evita grandes inversiones en hardware o complejas configuraciones internas. Un ejemplo sería Amazon EC2 o Google Cloud Compute Engine.
PaaS (Plataforma como Servicio) → este modelo proporciona una plataforma completa bajo demanda, que incluye hardware, software, redes y herramientas de desarrollo, todo alojado y administrado por el proveedor.
Asimismo, permite desarrollar, probar, implementar y escalar aplicaciones sin preocuparse por la infraestructura subyacente, lo que acelera la innovación y reduce costos. Un ejemplo es AWS Elastic.
SaaS (Software como Servicio) → el modelo más conocido por las empresas. SaaS ofrece aplicaciones completas alojadas en la nube que se acceden a través de Internet. Los proveedores gestionan todo: infraestructura, mantenimiento, actualizaciones y seguridad.
Los usuarios simplemente crean una cuenta, se suscriben al servicio y comienzan a usarlo. Un ejemplo sería Microsoft Office o nuestra solución de Facturación Electrónica eDoc Pyme.
Los modelos ofrecen diferentes niveles de control y responsabilidad, permitiendo a las empresas construir entornos más flexibles y escalables.
El impacto de la nube en los negocios es innegable, pues impulsa la eficiencia, reduce costes y acelera la innovación. En un entorno empresarial cada vez más competitivo, adoptar esta herramienta, será clave para asegurar la continuidad, la seguridad y el crecimiento sostenible de las organizaciones.
En definitiva, la nube es la base tecnológica del presente y del futuro empresarial.
Y tú, ¿ya te “subiste” a la nube?
Escrito por: Catalina Bonnet
 
		 
			 
			 
			 
			 
			 
			 
			 
			 
			 
			 
			 
								 
 
															



 
															 
                             
                             
                            