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La digitalización de la sociedad es un derivado de la influencia que tienen los avances tecnológicos en nuestras vidas, el internet. Nuevas herramientas, innovación constante y un acceso cada vez mayor a los beneficios que ofrece la tecnología, hacen que el mundo actual tenga una vida muy distinta a la de años atrás.
Si hay algo que dejó en claro la pandemia por COVID-19 que atravesamos desde marzo del 2020, es la gran ayuda que puede darnos la tecnología en la vida moderna, con millones de personas que pudieron seguir trabajando casi con normalidad gracias a herramientas como el internet y dispositivos electrónicos.
Al mismo tiempo, esta coyuntura tan particular deslumbró la necesidad de avanzar en una mayor digitalización. Así como una gran parte de la población mundial subsistió gracias a la posibilidad de trabajar desde sus casas, otro gran porcentaje quedó fuera de esta posibilidad por falencias estructurales, sobre todo en países en vías de desarrollo.
En ese sentido, Data Reportal -en colaboración con We Are Social y Hootsuite- publicó un estudio en el que da cuenta del avance de la tecnología en la sociedad moderna, con cifras de este 2021:
- 850 millones de personas hay en el mundo, 56,5% de ellas en urbanizaciones.
- 270 millones de personas utilizan teléfono, lo que representa un 67,1% de la población mundial.
- 720 millones de personas tienen acceso a internet, un 60,1% de la población mundial.
- 330 millones de personas son usuarios activos de redes sociales, un 55,1% de la población mundial.
Respecto al internet y su uso, el artículo además añade algunas características:
- 7,6% aumentó el acceso a internet el último año, lo que representa un incremento de 332 millones de personas.
- 6 horas y 56 minutos es el tiempo promedio de uso de internet por persona.
- 92,8% de los usuarios accede a la red mediante su smartphone.
De estos números se puede advertir que, si bien ha crecido el acceso a internet, aún hay un 40%, casi la mitad de la población mundial, que no cuenta con esta posibilidad, sobre todo en países en vías de desarrollo, donde la infraestructura no es la mejor. Esto sin duda presenta grandes oportunidades para mejorar el acceso a dicho recurso.
Escrito por Pablo Ortiz.
