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Ya hemos compartido el concepto de una factura, como un documento mercantil esencial que acredita la entrega de un bien o servicio, detallando precio, impuestos, condiciones de pago y fecha de la operación.
También hemos entendido que funciona como respaldo legal y fiscal, indispensable tanto para compradores como para vendedores.
Cuando ese documento se emite en formato digital autorizado por la autoridad tributaria, hablamos de factura electrónica, con firma digital y validez equivalente a la del papel.
Por esto, es más común, ver que la mayoría de los negocios, adopten esta modalidad. Pero ¿por qué la piden los clientes?
Todo empieza con una venta. Puede ser una taza de café, un servicio profesional o ese producto que llevas meses perfeccionando.
El cliente está feliz, tú también… hasta que llega la pregunta: “¿Me puedes dar factura electrónica?”, pero como vendedor le respondes: “Lo siento, todavía no emitimos facturas electrónicas”.
Ahí, en ese instante, te das cuenta de que no se trata solo de cumplir con un requisito fiscal.
En pleno 2025, muchos consumidores consideran la factura electrónica no solo como un respaldo, sino un indicador de formalidad y profesionalismo.
Hoy, pedir factura electrónica es tan natural como pagar con tarjeta. Esa reflexión puede ser el punto de partida de una transformación importante en la operabilidad de las empresas.
Los consumidores la valoran porque ofrece:
- Transparencia y confianza en la compra → la factura electrónica es validada en tiempo real por la administración tributaria, lo que garantiza que la operación es legítima y segura. Esto genera mayor confianza del consumidor hacia el negocio.
- Respaldo para trámites y reclamos → al ser un comprobante oficial y digital, permite al cliente acceder fácilmente a devoluciones, garantías, trámites con bancos o deducciones fiscales.
- Prueba de formalidad del negocio → pedir factura electrónica es una manera de asegurarse de que el comercio está cumpliendo con sus obligaciones fiscales.
Además, la factura electrónica permite al cliente recibir comprobantes en tiempo real, sin papeleo ni demoras, y conservarlos organizados en su correo o nube, lo que reduce riesgos de extravío, sin olvidar que contribuye al cuidado del medio ambiente al reducir el papel.
Esta eficiencia, sumada a la trazabilidad que brinda, ha creado una cultura de exigencia por parte de los consumidores.
Por esto, muchas empresas ya han comenzado a implementar la factura electrónica no por obligación legal, sino porque sus clientes lo demandan. Así, una necesidad del consumidor se transformó en incentivo de modernización para los negocios.
En países como Panamá, su adopción ya no es el futuro, es el presente que está marcando el ritmo de cómo se operan los negocios. Veamos ↓
¿Cómo va la implementación de la factura electrónica en Panamá?
La factura electrónica es una innovación en América Latina que ha transformado la forma en que los países gestionan sus sistemas tributarios.
En el caso particular de Panamá, desde el 1 de enero de 2024, el país ha hecho obligatorio el uso de la Facturación Electrónica para todas las empresas, grandes y pequeñas, como profesionales independientes, personas naturales o jurídicas, que realicen actividades económicas en el país.
Esta medida, impulsada por la Dirección General de Ingresos (DGI), busca digitalizar la emisión, envío, recepción y almacenamiento de facturas, eliminando documentos en papel y mejorando significativamente la eficiencia operativa de los negocios.
Más allá de facilitar el cumplimiento tributario, la factura electrónica ha demostrado tener impactos directos en la recaudación fiscal y la reducción de la evasión.
Por ejemplo, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), destaca en un reporte reciente que su adopción ha generado un aumento significativo en la recaudación tributaria, ha reducido la informalidad y ha mejorado la trazabilidad de las operaciones económicas.
Al digitalizar las transacciones en tiempo real, permite a los gobiernos tomar decisiones más informadas, fortalecer la transparencia y mejorar el gasto público.
En la misma línea, el impacto que deja esta modalidad también transforma la digitalización tributaria, como resalta el BID, en este otro blog, pues es un paso fundamental para fortalecer la sostenibilidad fiscal, aumentar la transparencia y promover la formalización de los negocios, especialmente de las micro y pequeñas empresas.
¿Cómo iniciar este cambio?
No es complicado, solo necesitas:
- Revisar los requisitos de Facturación Electrónica de acuerdo con la normativa de la DGI.
- Elegir un proveedor o plataforma autorizada.
- Registrarte y hacer pruebas del sistema.
- Capacitar a tu equipo y comunicar el cambio a tus clientes.
En muchos casos, el proceso es rápido y está al alcance de cualquier emprendedor o comercio.
Si tus clientes ya la piden, no esperes más decir “sí” a la factura electrónica.
En GuruSoft podemos acompañarte en el paso hacia la digitalización

Conocemos bien esta tecnología, pues hace más de 15 años que estamos en el campo de la tecnología.
Por eso en Panamá desarrollamos un software de Facturación Electrónica llamado eDoc Pyme, el cual está avalado por GuruSoft, que es un PAC autorizado para ofrecer esta solución en Panamá.
¿Cómo funciona?
- Regístrate como emisor autorizado ante la DGI → Antes de usar eDoc Pyme, debes inscribirse en la Dirección General de Ingresos como emisor de facturación electrónica, cumpliendo con los requisitos oficiales.
- Acceso a la plataforma eDoc Pyme → Luego de revisar cuál es el plan que mejor se adapta a tu negocio, adquiérelo y, con tu usuario y contraseña, ingresas al sistema desde tu dispositivo preferido: computadora, tablet o celular, de forma segura y cifrada.
- Creación de la factura electrónica → Ingresa los datos del cliente, los productos o servicios y las condiciones de la transacción. El sistema valida la información y evita errores comunes de digitación.
- Firma digital y envío a la DGI → La factura se genera en formato XML con firma digital para garantizar autenticidad e integridad. Luego, nosotros como PAC autorizados, según los lineamientos dispuestos por la DGI, autorizamos el documento electrónico.
- Aprobación y recepción del documento → Es así que la factura recibe un Código Único de Factura Electrónica (CUFE). El sistema la envía de forma automática al cliente por correo electrónico o enlace seguro.
- Almacenamiento y respaldo → Todas las facturas quedan guardadas en la nube, organizadas y disponibles para consulta, auditorías o reportes contables.
¿Te gustaría ver cómo funciona en la práctica?
Escríbenos a info.pa@guru-soft.com o a nuestro WhatsApp directo +507 6851 6060 y agenda una demostración sin costo.
Da el paso hacia una gestión más ágil, segura y digital. ¡La facturación del futuro ya está aquí!
Escrito por: Catalina Bonnet