Tiempo de lectura: 4 minutos 📖⏱️
“No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy”. ¿Cuántas veces escuchaste esta frase? Seguramente dirás que ya perdiste la cuenta, porque es bastante común, y no solo en el trabajo o en los estudios, sino en el día a día.
Y es que definitivamente dejar los pendientes para otro día o incluso acumular tareas de forma progresiva, puede hacer que el estrés se adueñe de ti y que escale a otras personas de tu entorno.
De allí que es muy importante que hablemos de forma frontal sobre la salud mental y física, puesto que, a mayor bienestar, mayor productividad, y, finalmente, mayor felicidad.
En esta línea de ideas, te contaremos hoy sobre la famosa, pero a veces incomprendida procrastinación, que se suele relacionar mucho con pereza, pero que tiene un significado completamente diferente.
¿Qué es la procrastinación?
De acuerdo con The New York Times, este término proviene del verbo en latín procrastināre, que significa “postergar hasta mañana”. A su vez proviene del griego antiguo akrasia que se refiere a “hacer algo en contra de nuestro mejor juicio”. Estas dos raíces son indicios sobre qué es este término, pero vamos a ahondar un poco más.
Procrastinar no se refiere a que tú digas “no voy a hacer nada porque prefiero ver TV”, ya que esto no se trata ni de tener pereza ni de gestionar el tiempo, sino de tu estado de ánimo, de regular tus emociones.
Y es que quizá esa tarea que tienes pendiente no sea agradable o te haga enfrentar sentimientos de dudas y miedos, así que encuentras en la procrastinación una forma de evadir esos sentimientos que incluso se puede convertir en un círculo vicioso y lo más difícil es que esa tarea estará allí esperando.
Pero, más que levantarse en la mañana y decir “no voy a procrastinar” existen factores neuronales que hacen que respondas de esa manera porque relacionas esa actividad como una amenaza, lo que hace que la evites.
Si sientes que te pasa a menudo te traemos algunos consejos que te resultaran de ayuda, pero cualquiera que implementes recuerda que el compromiso es contigo.
Tips para enfrentar la procrastinación
Según Xataka, la actividad conductual resulta ser una solución, debido a que la persona se centra en un plan y no del estado de ánimo, esto con el fin de modificar todos esos patrones que no dejan avanzar a la persona.
Por su parte, Gestión, nos muestra pequeñas tareas que podemos ir incorporando en el día a día:
- Divide tus objetivos grandes por unos pequeños, esto te permitirá alcanzarlos de manera progresiva y sentirás grandes satisfacciones a futuro.
- Cuando pienses en una cosa en concreto, por ejemplo, estudios, puede que vengan a ti una serie de pensamientos e imágenes que son negativas, como aburrimiento y cansancio. Cuando esto ocurra procura pensar en cosas positivas, como: “estoy alcanzando mi objetivo” o “lo estoy haciendo bien”.
- Cambia las frases que te dices a ti mismo, por ejemplo, modifica: “si la tarea es difícil, entonces deberías hacerla más tarde” por “si la tarea es difícil, debo desafiarme a mí mismo para terminarla lo antes posible”.
Recuerda cuidar de tu salud, y ser consciente de lo que sientes y piensas. Si crees que estos patrones se te salen de las manos, no dudes en hablar con un profesional, porque tu bienestar es lo primero.
¡Te esperamos en nuestra próxima nota!
Escrito por Natalia Gutiérrez V.
