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En una de nuestras notas anteriores te contábamos sobre el Metaverso, ese mundo virtual que nació de la ficción y que ahora los gigantes de la tecnología quieren llevar a la realidad, realizando fuertes inversiones y anunciando avances que, hasta ahora, no dejan de ser primeros pasos.
Para poner en contexto el tema del que estamos hablando, haremos eco de un extracto de la mencionada nota, en la que definíamos a grandes rasgos este concepto: “Explicándolo de alguna manera sencilla, se trata de un universo virtual, una red de entornos y lugares virtuales en los que la personas podrán interactuar entre sí y con objetos virtuales”.
Tal como lo anunciábamos al final de esa entrada, la premisa es profundizar un poco en este tema, analizando la situación actual en la que se encuentra el desarrollo y qué tan posible sea recrear en la vida real algo que, hasta ahora, parece pura literatura.
Por empezar, hay que partir de una verdad irrefutable: el metaverso, hoy por hoy, no existe. Se están realizando esfuerzos colosales en muchas empresas, que destinan mucho tiempo, personal y dinero, y la idea es alcanzar esa meta, pero eso no implica que estemos cerca de ver ese sueño alcanzado.
Actualmente muchas compañías están invirtiendo miles de millones de dólares en desarrollos orientados a acercarse al metaverso. Epic Games, Microsoft, Facebook, Nvidia, Roblox y tantas otras compañías pesadas en el mundo de los softwares, son algunos de los nombres que están metiéndose en el juego. ¿Será suficiente para cumplir el sueño? Por ahora, esto recién comienza y la línea de llegada está lejos.
Más allá de la actualidad, hay una serie de dilemas que plantea la creación de este universo virtual: ¿estará todo permitido?, ¿quién regulará la vida y los comportamientos allí dentro?, ¿qué jurisdicción tendrá un Estado soberano sobre un mundo que en teoría no es más que un software?, ¿qué criterios de igualdad de derechos manejarán los desarrolladores, teniendo en cuenta que sigue siendo un negocio? El tiempo lo dirá.
Escrito por Pablo Ortiz
