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Cuando la Dirección General de Ingresos (DGI) decidió replicar en Panamá la experiencia de varios países del mundo -y también de la región- que habían implementado la Facturación Electrónica, lo hizo mediante el Plan Piloto, una etapa de análisis en la que algunas empresas fueron preseleccionadas para probar el sistema y así poder estudiar su funcionamiento en la realidad panameña.
Tras haber observado el éxito rotundo que resultó el Plan Piloto, que demostró todas las ventajas y beneficios que se esperaban ver. Las autoridades de la DGI decidieron dar el siguiente paso, instaurando un período en el que todos aquellos interesados en adherirse al Sistema de Facturación Electrónica pudieran hacerlo de manera voluntaria.
Esta fase, que comenzó en mayo, es conocida como la etapa de masificación voluntaria. Y como se desprende de su nombre, tiene por objetivo el agrandar la base de contribuyentes que utilicen la emisión electrónica de comprobantes en suelo panameño. Se descuenta que, tal como sucedió en los demás países de América Latina que comenzaron de una manera similar. La Facturación Electrónica será obligatoria más temprano que tarde, por lo que esta sería la víspera previa a la obligatoriedad.
Al cumplirse tres meses desde que comenzó la masificación voluntaria, ya comienzan a verse resultados, y TVN Noticias, uno de los medios más importantes y tradicionales de Panamá, realizó un informe en el que entrevistó al MBA Rafael Montero, especialista en facturación electrónica y CEO de GuruSoft, una compañía líder en el rubro, con más de una década de experiencia y presencia en 9 países de América Latina.
En esta nota, en la que se da cuenta de que 27 empresas ya se han registrado para facturar electrónicamente. El especialista aseguró al respecto de esta herramienta: “Las PYMES son las más beneficiadas. Actualmente el que quiere emprender en Panamá necesita tener dinero para comprar una impresora fiscal. Adicional, cuando imprime la factura en impresora fiscal, tiene que llevársela al cliente. Estamos hablando de muchos costos operativos, complicado para un emprendedor que necesita optimizar sus costos”.
Todo indica que la Facturación Electrónica va viento en popa en Panamá, y aquellos que la han adoptado ya observan sus beneficios. Por lo que, cuando sea el momento de implementarla obligatoriamente a todos los panameños. No hay dudas de que será un paso acertado, que modernizará el sistema impositivo y dará un salto en la digitalización a la economía panameña.
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Escrito por Pablo Ortiz.