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Los desarrollos tecnológicos nunca acaban de ofrecer herramientas que cambian y mejoran la vida de la sociedad moderna. Entre todas ellas, la Facturación Electrónica es un sistema que viene revolucionando la manera de tributar y que tiene clientes satisfechos por millones.
Por sus múltiples beneficios, los gobiernos de muchos países en todo el mundo han adoptado este recurso tan valioso, lo cual supone un salto de calidad en la digitalización de las actividades impositivas en todo el planeta y ha mejorado la rentabilidad de empresas de todos los tamaños.
Pero, al tratarse de un sistema tecnológico, lógicamente puede haber algún inconveniente, sobre todo en lo respectivo a baja o pérdida de señal del internet. Esto no es un tema que debiera preocupar a nadie, ya que ambas situaciones están previstas por la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN).
Cuando haya contingencias, según explica la misma DIAN en su website, el emisor puede tomar dos caminos, dependiendo de la naturaleza de la contingencia:
- Si el inconveniente se debe a problemas tecnológicos del facturador, se pueden usar las facturas de contingencia (que se solicitan con antelación a la DIAN) y, una vez superado el contratiempo que impidió emitir factura electrónica, se deben enviar a la DIAN en un plazo no mayor a 30 días.
- Cuando el problema haya sido por parte de la DIAN, se debe facturar sin validación de la entidad. Para lo cual se enviará, antes de transcurridas 48 horas, la información de las facturas no validadas a la misma organización.
De esta manera, queda más que claro que ningún motivo ligado a la tecnología impedirá continuar con el negocio ni dejar de emitir la correspondiente factura, sin importar si se trata de un problema en el punto de emisión, por parte del usuario, o en la etapa de validación, por el lado de la DIAN.
Escrito por Pablo Ortiz.